Cuando en 2001 el arquitecto húngaro Ron Losonczi, en comandilla con científicos de la Universidad Técnica de Budapest, anunció el descubrimiento del LitraCon, un nuevo compuesto con la resistencia del hormigón, pero con fibras ópticas embebidas a través de las cuales pasa la luz, se imaginó un futuro de paredes translúcidas donde la intimidad fuera una reminiscencia del pasado.
Para inaugurar esta nueva era de construcciones semi-transparentes, en 2004 Ron Losonczi creó la empresa LitraCon Bt para comercializar el compuesto, realizando como bautismo un pequeño monumento conmemorativo de 4 metros para celebrar la entrada de Hungría en la UE, que llamó, como no podía ser de otra manera, “La puerta de Europa”.
La revista Time nombró el compuesto una de las “invenciones más cool de 2004″; el LiTraCon también ganó el punto rojo (red dot award) al diseño de producto de 2005 y fue nominado en 2006 para el prestigioso Premio por el Consejo Alemán de Diseño, llegando incluso a ser barajado, ni más ni menos, que para recubrir la Torre de la Libertad que se erigirá de las cenizas del World Trade Center en NYC.
Incluso se pensó en hacer empedrados transparentes como una especie de camino de baldosas amarillas que llevara el material a todas las partes del mundo con todas las aplicaciones imaginables en la mochila.
Sin embargo el LitraCon apenas pasó de la frontera con Alemania. Allí, aparte de algunas casas de arquitectos que sustituyeron el viejo pavés por el nuevo material para asombrar a sus colegas, la única que se atrevió con el LitraCon fue la tienda BenchShop de Berlín, que tuvo la ocurrencia de hacer los probadores del material con que están hechos los sueños (del voyeur).
Poca cosa más. Incluso a día de hoy la página web del fabricante soporta una inquietante crionización que cualquiera puede discernir sin tener ni una hora de húngaro escrito.
No es de extrañar. La transmisión de siluetas de una habitación a otra pretendía volver a conectar a los ciudadanos con ese desgarrado sentido de comunidad tan propio de la raza humana, aunque lo que resultó es un efecto contrario: el espectáculo incesante de la vida de los demás plasmada sobre la de uno mismo lo único que proyectaba era cuán alargada es la sombra solitaria de nuestra propia existencia. Ver a los demás era también vernos a nosotros mismos, lo que no es nada agradable.
Por eso todo apunta a que el LitraCon se ha quedado, de material futuro para el urbanismo global, a material artístico a utilizar por unos pocos. Así lo ha entendió la marca de alta fidelidad alemana Luscendo, que ha pensado en usar el LitraCon (más concretamente, Luccon, la variante austriaca) para trasmitir luz y, además, sonido.
Luscendo ha mezclado el hormigón translúcido con madera y acrílico trasparente (decir “metraquilato” quedaría feo) para crear un equipo de alta fidelidad altamente sorprendente. La empresa ha desarrollado un método patentado en la que las fibras ópticas de alta resistencia son atravesadas por capas de madera pegadas entre sí: el resultado más que hormigón podría considerarse como “madera translúcida”.
Los equipos de Luscendo, de considerable peso, utilizan su estructura interna de sandwich de estos nuevos materiales para optimizar la resonancia del conjunto, permitiendo absorber las vibraciones con eficacia y reducir las interferencias mecánicas y electromagnéticas.
El resultado es un equipo que parece un ladrillo transparente pero que suena como un lingote de oro macizo. Además se puede elegir el color que se desea que desprenda, con un juego de LEDs sincronizados que hacen de la luminosidad otra de sus señas de identidad.
Jürgen Aurand, el ingeniero eléctrico de postgrado que en 2009 creo la marca Luscendo, afirma que se inclinó por hacer equipos de alta fidelidad usando LitraCon después de un documental sobre Ron Losonczi y su novedoso material que pasaron por la tele.
En ese momento Jürgen tuvo claro que el LitraCon posiblemente nunca forraría nuestras casas por el lastre de la privacidad; pero quizá sí podría forrar nuestro salón de cálidos sonidos.
Un año después de intensas investigaciones, Luscendo acaba de presentar sus equipos al público, en exclusiva mundial, en la ciudad de Munich, llevando el uso de los innovadores materiales translúcidos hacia un mundo de posibilidades completamente nuevo.